jueves, 10 de mayo de 2007

Cocinese el espiritu usted que puede

El otro día me sentía tan mal (en la unicidad del termino), que tuve que recurrir a mi vieja receta que años atrás me confecciono un Chef metafísico. Si hoy decido compartir esta información, esta sabiduría cultivada por años y años es simplemente porque mi solidaridad encuentra sus limites en la estratosfera.

Querido amigo, cuando sienta que el mundo ya no tiene sentido, o, para peor, cuando para el mundo usted no tenga sentido hágase la siguiente experiencia de exorcizacion; de limpieza espiritual. Consiga esos frasquitos donde adentro los corazones de alcauciles nadan en aceite, y antes de irse a la cama- para nunca mas levantarse- procure haber recolectado el teléfono de una enfermera de pechos prominentes y prensiles, solicita a responder al llamado del deber con un Johnny Walker preferentemente etiqueta negra- aunque para un renacer metafísico el Azul estaría muy bien -.

Esta señorita tiene que tener las llaves de su casa. Es importante que bajo ninguna circunstancia se levante de la cama. Prescripción medica deberá responderse en caso de pariente insistente o amigo de invitaciones extravagantes.

Cuando todos los ingredientes estén en un vols que no tiene que ser demasiado grande haciendo inevitable la proximidad entre los elementos, se agregara, poco a poco, la sombra necesaria para que la mezcla tome cuerpo. La música es optativa, aunque el chef metafísico la recomienda como una suave transición para el aumento de temperatura; ¡¡¡porque todo esto va al horno querido amigo!!!. El tiempo de cocción es variable. El horno al mínimo es necesario para un previo reconocimiento de los cuerpos. Hay una diferencia sustancial entre pegarse y unirse. Por mas hambre que tenga, no cometa el error de aumentar la temperatura bruscamente, (no se agolpe torpemente que para esto están las salidas de los recitales o las canchas de fútbol); porque, aunque es probable que coma, también es casi inevitable que se queme, evitando para siempre una receta que no tiene porque serle esquiva. Y como en cualquier gozo de la vida alinee sus sentidos, no permita que se superpongan, no permita que los que aparentan ser mas fuertes supediten a los que podrían sorprenderlo dejándolos participar, conviértase en un socialista del placer, y, encuentre el equilibrio en una estimulación ecuánime, que la felicidad no es otra cosa que la armonía de los sentidos.

Si todavía no se pregunto a donde van los corazones de alcauciles es porque ya esta curado. Felicitaciones y eupepsia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Contenta con tanta inspiración! Dale las jirafas. Para esto tambien se aplica una frase de The Smiths que dice "to die by your side, is such a heavenly way to die". Pero el tema no trataba de una enfermera tetona que imita a una estrella de rock.
A este texto podría llamarlo: Morrisey se encuentra con Andres Ciro y se olvidan de Francisco Bochatón, porque... donde quedaron las "hojas de alcaucil"?
Beso!

Anónimo dijo...

Hola!!!! no se quien sos, pero me dio mucha tristeza, hasta casi las lagrimas. Me hizo acordar a una persona, a la cual quiero mucho e irrumpio en vida como un ciclon!!! Que no alcanza a comprender, todavia, que la vida es increiblemente hermosa, pero tambien tiene sus altos y bajos (como los ciclos economicos). Lo importante es, que en sos momentos en donde nos sentimos perdidos, saquemos las fuerzas del alma y seguir buscando el camino. A donde? no se?...el camino. Solo se trata de un pequeño desvio para...tal vez, crecer?....madurar?...afrontar miedos? uno solo lo descubre.
No aflojes!!!!!!!!, pasa a todas las edades, hasta a nuestros padres. Solo es tiempo.
Mi receta, es nutrirse de amor, y no bajar los brazos.

Anónimo dijo...

Y vos, te preguntaste a donde van los corazones de alcauciles? o no.

Anónimo dijo...

Che, estas cosas me dan ganas de comer ensalada. Eso no es justo. Quiero asado, rock y vino de cartón.