domingo, 20 de mayo de 2007

El brillo de la luna

Quien vive en un edificio sabe que no es sencillo el acto de acostarse. Los vecinos están siempre allá para retrasarse en algunos minutos, o hasta mismo horas, nuestro tan esparado momento de contar carneritos. Hay siempre uno poniendo el chisme en día al teléfono, y nosotros somos obligados a quedarnos en día con la vida de la persona; existen, todavía, los que se quedan mirando películas, principalmente las de terror y violencia, con la tele prendida en el más alto volumen, oír aquellos gritos de pánico o golpes a la Van Damme son un verdadero horror. Pero lo que más me molesta son los vecinos que se quedan por horas con las luces del baño (o de la habitación) prendida, lo que provoca un enorme luminosidad en mi ventana. La solución es taparme el rostro con mi almohada, insultarle un poquito al vecino y esperar por lo menos media hora hasta que pueda contar los carneritos.
Sin embargo, semana pasada, una luz distinta invadió mi cuarto. No eran luces de más allá, ¡no se preocupen! (pero una explicación previa se hace necesaria: mi ventana es de persiana y cuando está toda cerrada se quedan muchos hoyitos por toda la persiana.)
En este día, apagué la luz y me fui a acostar. Mientras tanto, me llevé un susto al mirar que en mi cama estaba llena de hoyitos brillantes. Yo piensé: "¡Dios mio! ¿Tendrá el vecino cambiado su lámpara por un fanal?" Estaba por insultarle y convertir mi linda noche de sueño en una noche de mal humor, cuando decidí buscar de donde venia la luz. Al mirar para arriba, entre los hoyitos, ya que la vacancia no me permitía levantarme, la vi, linda, llena, grandiosa e brillante. Bendiciendo mi sueño, estaba la luna más bella que nunca.
¿Como puedo reclamar de algo tan lindo y soberano? La naturaleza nos da espectáculos sencillos todos los días pero ni le damos atención. ¡Ojalá fijáramos más en estos regalos! Son eventos así que dejan nuestras vidas más positivas, livianas y alegres, mismo que sea por un instante.
En lugar de reclamar, le agradecí mentalmente a la luna por ese agradable cumplimiento de dulces sueños.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mas al sur desde donde se escriben esas esperanzadoras lineas los carneritos no se cuentan, se comen, solos, con ensaladas, guarniciones de papas fritas y por lo general mucho vino.

Siempre pense que en el pais de la feijoada los mayores ruidos eran el traquetear de los muebles a pura bomba, pero por lo que veo(y me alegra) puro mito nomas, viva la patria carajo..... y las garotas de ipanema.

se abre una puerta....se enciende un farol.

Anónimo dijo...

Yo solamente tengo una pregunta: ¿como se agradece mentalmente?
En verdad dos: ¿como se agradece mentalmente a la luna?

Anónimo dijo...

Bien!!!! Ojala todos puedieran apreciar los reagalos de la naturaleza.

Bárbara Cardoso dijo...

Se acradece mentalmente a la luna haciendo una oración a los dioses de la naturaleza y piedindoles protección a todas las maravillas creadas por ellos.
Besos!