miércoles, 30 de enero de 2008

martes, 29 de enero de 2008

Pero él es así...


S. [11:19]: lobo
d. [11:20]: que haces nene

[11:20]: Auto Respuesta de S.: "Busy"
S. [11:20]: aca en el laburo
S. [11:20]: todo bien vos?
d. [11:21]: si, tranca
d. [11:21]: con la cabeza en el viaje mas que nada
S. [11:21]: te iba a decir
S. [11:21]: me imagino

[...]

d. [11:53]: che, con x, ya se tratan con mas cariño, digo, te volvio a hablar mas seguido o te esta por agarrar la paranoia
S. [11:54]: me parece que hay mas cariño
S. [11:54]: que estamos un poco mas relajados
S. [11:54]: me hablo ayer y quedamos para el jueves
S. [11:54]: se me hace que es el extremo opuesto a las minas cargosas
S. [11:54]: ella tiene su vida
d. [11:55]: eso esta buenisimo
S. [11:55]: sus amigas
S. [11:55]: si
S. [11:55]: sus cosas
d. [11:55]: es lo mejor que te puede pasar
S. [11:55]: creo que si
d. [11:55]: que cada uno tenga su vida, que eso no se mezcle, salvo excepciones, eso es lo mas asano en cualqueir relacion
S. [11:56]: totalmente
S. [11:56]: espero que no exagere nomas
S. [11:56]: por ejemplo, no se si te conte, me dijo que hay cosas que epor ahi estaban mal pro eran sanas
S. [11:56]: algo asi
S. [11:56]: y la explicacion fue mas o menos esta
S. [11:57]: me dijo "si vos vas a un boliche y bailas con una mina, todo bien, por ahi la mina te gusta y todo"
d. [11:57]: mal pero sanas?
d. [11:57]: ah, si, eso me lo habias dicjo
S. [11:57]: supuestamente no tiene que pasar nada
d. [11:57]: jajaja
d. [11:57]: eso es genial
S. [11:57]: en los terminos en los que hablabamos yo le decia que si, que no me molestaba que baiolara pero punto
S. [11:57]: solo eso
S. [11:57]: y ella dijo, si calor
S. [11:57]: cklaro
S. [11:57]: claro
S. [11:57]: ah
d. [11:58]: jajja, ya te rescataste ahi
S. [11:58]: pense que no te habia dicho
S. [11:58]: jaja
S. [11:58]: es muy cariñosa, esta bueno, puedo estar con ella todo un fin de semana
S. [11:58]: no es poco
d. [11:58]: y no, para mi es lo ideal, unos dias a la semana, y despues cada uno con su vida
S. [11:59]: durante la semana se com,plica
S. [11:59]: los dos trabajamos temprano
S. [11:59]: tenemos actividades a la tarde
S. [11:59]: ayer empece pilates
d. [11:59]: jajajajajajajajajajajajajjajaja
S. [11:59]: ujaujujauja
d. [12:02]: bueno, ahora van a poder hacer competencias para ver quien tiene mas elongacion
S. [12:02]: jaja
S. [12:02]: y... si ella no me chupa la pija...
d. [12:02]: jajajajaja
d. [12:02]: s., te veo con tu propia escuela de pilates y de yoga, yo que vos lo voy pensando....
S. [12:03]: me lleno de guita

lunes, 28 de enero de 2008

jueves, 24 de enero de 2008

Licuados de bananas



En 1965, el año en que yo nací, J. D. Salinger publicaba su último relato. Hace cuarenta años que no manda a imprenta nada más. Sin embargo, dicen los que lo conocen, el papá de Holden y la familia Glass sigue escribiendo todos los días, por la mañana, en un cubículo de cemento construído especialmente para hacer su trabajo.
Hay un libro muy interesante que suele andar por las mesas de saldos. Es de Ian Hamilton y se llama Buscando a Salinger. Hamilton también es autor de una biografía de Robert Lowell. Pero con la del Buda de Cornish tuvo problemas. Los abogados de Salinger lo llevaron a juicio para impedir que el periodista publique la correspondencia íntima que tenía del escritor y -como cuenta sorprendido Hamilton- el mismo Salinger apareció ante la corte para ser interrogado por los fiscales. Salinger, dice Hamilton, era un hombre anciano, tenía un audífono y reconoció bajo juramento que seguía escribiendo y que tenía, por lo menos, dos relatos inéditos en una caja de seguridad. ¿Por qué no publica Salinger?
Se pueden buscar varias puntas: su último relato grande Seymour, una introducción era exclusivamente para ultrafanáticos. La prosa era pesada, el narrador se mostraba embobado por ese santo moderno llamado Seymour Glass y casi todo el panfleto sobre este muchacho que brillaba en “Un día perfecto para el pez banana” se volvía un tanto patológico. No había distancia entre el narrador y el personaje: Salinger se había enamorado de sus criaturas a las que conocía demasiado. Era como escuchar el relato de un loco hablándole a alguien invisible en la calle. Y lo que escuchábamos era aburrido. De alguna manera, J.D. atravesó el espejo y pasó a vivir entre sus creciones. ¿Para qué se necesita un lector, entonces?
Pero hay otra posibilidad: que para Salinger, escribir sea una forma de adquirir conocimiento: es decir, una forma de estar en el mundo. Cuando se escribe por una necesidad fisiológica y espiritual tampoco es necesario que haya lectores. Se escribe aunque nadie nos lea, se escribe, precisamente, para leer el relato de nuestras vidas y surfear en la gran incertidumbre: de dónde venimos, para qué estamos, adónde vamos. Como se ve, para este escritor en, digamos, estado puro, no son necesarios los lectores, los premios, las becas, los admiradores, nada: han llegado al Nirvana donde no hay esperanza ni dolor. Primero publicar, después escribir, primero escribir, después publicar: todas boludeces.
Hay otro caso curioso que, en algún lugar de mi imaginación, se cruza con Salinger: Federico Andahazi. Un verdadero pez banana, más bien un banana a secas. Cara de actor porno, suele fotografiarse montando motos inmensas y en otra fotografía que acabo de ver aparece en su estudio donde tiene enmarcadas sobre una pared las tapas de las ediciones de sus libros. El sólo nombre de Andahazi suele sacar de quicio a los escritores “serios”. Lo cual, lo confieso, me hizo sentir simpatía por el psicoanalista (¿es también psicólogo, no?). ¿Por qué irrita tanto Andahazi?
Lo cierto es que Andahazi, al igual que Salinger, tampoco publica libros. Es decir, lo que publica está vacío, es retórico, lleno de lugares comunes. Suele escribir con un ojo en lo que está sucediendo en el aire, para poder después aggiornarlo y venderlo en grandes tiradas. Es un provocador, dueño de una “literatura” que sólo se escribe en las revistas de mucho tiraje cuando suele dar reportajes. El efecto Andahazi, su literatura, está fuera de los libros que escribe. ¿Pero escribe? Acá la operación es inversa a la de Salinger: Andahazzi no escribe nada, los libros son escritos por los posibles lectores. Pero, la verdad, ¿Qué tiene de malo esto?
A diferencia de Salinger, Andahazi envasa y publica. Y sus libros salen en medio de una gran propaganda mediática. De golpe, para muchos, la literatura es casi como mirar el programa de Tinelli. Leemos unas hojas y nos vamos a dormir. Es una operación borgeana: para que exista Salinger en un extremo, tiene que estar Andahazi en el otro.

martes, 22 de enero de 2008

Tengo un plan...

Tengo un plan como el imbécil de James Blunt cuando compuso esa canción para ganar chicas que querían guerra con él, sin saber que él ya había participado en una guerra (la de Kosovo).
Tengo un plan y digo imbecilidades, porque los planes te hacen feliz, te hacen evadir la realidad y soñar con una mejor, porque después de todo.
Tengo un plan porque la gente cansada valora las sonrisas y tengo que seguir sonriendo antes de que YO me canse.
Tengo un plan y no debo envejecer jamás, o por lo menos, no deben envejecer mis planes, porque en un mundo en donde todo está hecho, industrializado, vendido, prostituido y multiplicado por mil, se valora la frescura.
Tengo un plan y quiero pan, un mejor pan y para eso quiero un mejor plan.
Tengo un plan y acudo a las letras, o a la linda voz, para que después lean las letras, y que también parezcan lindas.
Tengo un plan y hablo como una mongoloide, porque si mi plan funciona, voy a poder darme el lujo de hablar como una mongoloide todas las veces que quiera, total de todas formas, seré aplaudida.
Tengo un plan, y aunque como dicen "la vida es eso que pasa cuando uno hace planes", no voy a dejar de vivir la vida, sino esa porción de vida que me disgusta y que no es la vida, sino eso que te hacen creer que es la vida, porque las personas que equiparan esa porción rutinaria con la vida son funcionales a la NO vida.
Tengo un plan y espero que no sea trunco, espero que sea grande, que todo lo abarque y que deje de ser plan, que comience a ser pan y que haga mutar la sonrisa, destinada a extinguirse. Y que la frescura se renueve, porque va a ser otra, no la sonrisa de que el logro no importe, sino que el logro venga para borrar del plan la palabra plan.

sábado, 19 de enero de 2008

Ella es así

-Y de G. qué sabes.
-Está en la costa.
-¿Con el novio?
-¿El novio?
-Sí, el flaco ese que fue a la fiesta.
-Ah, el ex. No, ya no está con ese.
-Entonces anda con otro.
-Ella siempre anda con otro.
-...
-Ella es así, si quiere coger no se hace drama, va y coge.
-Pero a veces no quiere.
-Y... no. ¿Te sigue importando...?
-No, ni ahí, sólo que a mí me gustan las minas que cogen cuando quieren y cuando no, también.

viernes, 11 de enero de 2008

Fe de ratas

El día del aburrimiento.
El volver para no aburrirse.
El ver una luz lejana.
El sentir que se apagó en parte.
El error que precedió al acierto.
El error que no dejó vivirlo.
El viaje que nunca se hizo.
El sueño que aún así se tuvo.

Las palabras en lugar de besos.
Los abrazos sin hacerse carne.
Los días que no se planearon.
Las treguas que hicieron sonrisas.
Las mismas que no se repiten.
La fe que reemplaza promesas.
Las hojas en el calendario.
Los ojos que aún las cobijan.

La transición de una mente.
Lo estático de los cuerpos.
La visita a un museo propio.
La lágrima por otras risas.
El confort que reemplaza la eforia.
El confort que llegó sólo en parte.
La pregunta de si lo deseo.
La respuesta no es más que preguntas.

Los dados que una vez tentaron.
La apuesta que obedece al terco.
La nada que conduce al hambre.
El todo que perdura incierto.
Las puertas que hoy se cerraron.
El error que antecede al acierto.
La culpa del ojo vendado.
El arma que lo creyó muerto.

El error que mutiló su tacto.
El deseo de pegar sus manos.
El miedo a que prefiera algo.
La nada que yo represento.
El confort que reemplaza la euforia.
El confort que no atrapan mis dedos.
El error que fusiló al humano.
El viento que sopla con miedo.

Fe de ratas.

En este 2008, algo así, esperamos ver

miércoles, 9 de enero de 2008

Mujer puente

Nací de las maderas que, escudadas en un hilo,
pretenden no ser pedazos.
Prometo salvar al valiente del agua, o tal vez del abismo.
Mis movimientos obedecen a un vértigo ilusorio
que antecede a la verdad absoluta
que dura dos minutos, tal vez tres
y se oculta en la repetida idea de lo eterno.

La erosión y el desgaste no nublan la idea
de que los pies dan calor y son bellos.
Aunque si hubiera sentido una frente,
los ojos, entre los huecos,
compartirían, entre el caudal y el espacio,
aunque más no fuera por un segundo,
mi riesgo.

Sólo los pájaros anidan en las ramas.
La tierra es el objeto, sin importar si hay paz o guerra.
Es tierra y eso basta para los que miran al cielo
mientras imaginan que los pasos futuros
serán mejores que los presentes,
y lo mejor, según se dice,
es el peor enemigo de lo bueno.

Una mujer puente.

martes, 8 de enero de 2008

Felicidad

¿Cuándo fue la última vez que dijiste "sin duda esto es la felicidad"?*



*Esta es una encuesta hecha por gente que no tiene la más puta idea de qué es eso, o sea, la felicidad.

lunes, 7 de enero de 2008

Calor

Parecía, entonces, por lo que había dicho antes, que después del desencanto ya no quedaría sino la posibilidad de brillar.

Lo único que pretendo es sentir esa sensación de alivio y nada más.

Dejar de buscar, mucho más cuando lo que uno no quería, aparece solo.

y cuando pensábamos que eso era todo, las ruinas trajeron un poco más.

pero no había nada que hacer frente a tales ocurrencias: soñé que un dinosaurio azul se movía a un hipopótamo en la esquina de mi casa.

por eso tal vez mañana, nena, "quiero verte la cara".

y fue entonces cuando supe que lo mío era irremediable. The work is done.

domingo, 6 de enero de 2008

Banderas en tu corazón

and your shadow is not your shadow
but your reflection
Night poem, by Margaret Atwood


Empezaste a descarrilar tu camino en busca de la superficialidad. Te ibas perdiendo en el recorrido, y en ese viaje, el camino se traspasaba hacia la otra parte de tus coqueterías y apariencias. Te alejabas de los amigos, y estos no te reprochaban nada, sino que te incitaban a esas estupideces. Todos vanagloriaban tu dicha, y vos la querías por esa vanagloria, pero la verdad es que al fin de cuentas, cuando te ibas a acostar, no hacías más que extrañar los silencios cómodos que ellos te ofrecían en sus casas, en los bares, en cualquier esquina donde te los encontrabas. Eras un propotipo de la pseudointelectualidad, un asqueroso producto que terminaba llorando en un baño por no poder cumplir lo único que deseaba en la vida. Por eso empezaste a descarrilarte, a comer de cualquier lado que se te abriera como un hueco interesante para escapar de la soledad (?), o para escapar simplemente. Pero regresabas y no dormías, o lo hacías para el orto. Las intermitencias del sueño te hacían cerrar los ojos y ver todo lo enmarañado que estaba tu cabeza. Recordabas en una mujer las mejores sonrisas, pero no hacías más que eso, recordar las mejores sonrisas, sabiendo que no te importaba nada más que ese hueco. Recordabas en una mujer todo el amor que habías sentido, pero ahora la veías y después te alegrabas de que se fuera para no volver a sentir lo único sincero y sano que habías sentido en muchísimo tiempo. Recordabas a una mujer y también recordabas lo malo de las conversaciones, pero, aún más, todo lo pésimo que habías sido en la cama por todas otras miles de cosas en las que pensabas y porque también pensabas que todo era producto del calentamiento y nada más. Y entre todos esos recuerdos, no hacías más que recordar aquél llanto en el baño, en vísperas de una navidad de mierda, por algo que no fue, pero que bien podría haber sido, y que sólo se explica con un título: al fin, nene, te recibiste de cagón y entraste a recorrer el camino de la superficialidad. Ya no queda nada más para contar; lo único que persiste es esa sensación que ha tomado el lugar de tu sombra, que te ha hecho lastimar a diario a personas que decís, costantemente, querer, y que, cansadas ya de que las lastimes, lo único que sienten, cuando te ven, es la hipocresía infinita de la que estás hecho.
Y ahora venís y dejás en este espacio tus jueguetes perdidos, modulaciones completamente sinsentido.

miércoles, 2 de enero de 2008