miércoles, 13 de junio de 2007

Tu regalo

Creo que siempre quise diferenciarme de vos. Tenías una ferrari y no sabías manejarla. Creo que incluso, cuando decidiste irte, me regalaste la ferrari sin siquiera decirme una sola palabra.
De todas maneras, hoy te busqué. Sabía que con una ferrari estuviste un paso adelante y que en un momento llegarías a algún lado. Comunicarme con vos parecía imposible, pero hoy existen las computadoras. Te encontré en una página que acudía a la memoria emotiva. El domicilio legal de quien la escribía era Sunset Boulevard, Los Angeles. Quién iba a pensar que ibas a llegar tan lejos? Qué tonto iba a pensar que ibas a llegar a tanto? Si vos preferías reirte de todo, si compartías tu conocimiento de igual a igual, sin subirte a ningún púlpito ni poseer algún título que avalara tu genialidad... En fin, tal vez hoy lo veas o tal vez no. Quizás hasta ni te importe y estés más pendiente del cuidado de la ferrari...
Pero vos bien sabés de mi terquedad. No quería estrellarme contra una pared y aún trato de convertir la ferrari en fitito por mi propio bien. Aún así, no encuentro diferencias en la manera de maniobrar el volante... río por todo y busco la ruta por la cual seguir, sin frenar en ninguna parte, sin buscar ese espacio que me identifique, me arrope y haga las cosas más simples y cómodas. En este camino curvo me gané el respeto de pocos y el cariño de muchos. Pero al igual que vos, no creo demasiado en el cariño. O sólo concibo un tipo de cariño, el que implica exigirse y también exigir.
Qué dificil resulta entender esto de ser tan rígido y a la vez tomar un camino sinuoso. Qué raro intentar correrse de la rigidez para seguir por una ruta más lineal. Pero así son las cosas y creo que los pocos que son como vos son capaces de comprenderlas...
Me subo a la ferrari disfrazada de fitito y veo tus ojos en el espejo retrovisor. Quizás ellos me dicen que soy tu reflejo. Tal vez me ruegan que acepte tu regalo sin querer cambiarlo. Pero de todos modos, creo que no te opondrías a que aprenda a manejar. Y así, con más tranquilidad, poder decir que en un día equis del calendario llegué a algún lado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

lo que primero me llamó la atención fue que ferrari en todo momento es "la"; en todo caso quien regala una ferrari o un ferrari? o es el símbolo de un gran regalo? un ferrari? y si es tal, por qué convertir un gran regalo en un regalo menor, o porque dudar que alguien que hace grandes regalos no tiene capacidad para llegar lejos, en todo caso, llegar a los angeles es bueno, muy bueno o sublime, o todo lo contrario? o llegar a los angeles es lo mismo que llegar a cualquier lado? qué hay de los caminos? del cómo llegar?

muchachos y muchachas, estamos a punto de revolucionar generaciones enteras, no nos desconcentremos!!!

Anónimo dijo...

me olvidé de analizar la posibilidad de que la ferrari fuera un regalo complicado y convertirlo un fitito es la idea de que un regalo difícil hay que convertirlo en un regalo fácil, pero eso lo dejo ahí.

Unknown dijo...

Un camino a algún lugar.
Autos viejos que convidan sueños.
Sueños de autostop.

El olor a tierra y pan
y un bolsito lleno de virtudes
que hay que descifrar.

Campos de desilución:
¿Cómo caminar entre las nubes
sin ser ligero?
Tanto que dejar atrás
es una mochila con un yunque
y el horizonte un sindolor
con el calor que trae el sol.

Un recerdo de ciudad,
el amanecer visto en tus ojos
(igual que se ve en el mar)

Ruta de espejo al final,
autos viejos con retrovisiones,
que dan que pensar.

Campos de desilución:
¿Cómo caminar entre las nubes
sin ser ligero?
Tanto que dejar atrás
es una mochila con un yunque
y el horizonte un sindolor
con el calor que trae el sol.

Anónimo dijo...

Anónimo: la pegaste en la segunda, pero también un poquito en la primera. Eso es lo bueno de los mensajes encriptados. Una o un (no se) ferrari es un excelente regalo, pero da miedo si uno no sabe manejar. Por supuesto que con un fitito uno también puede darse un porrazo, pero aún así uno se imagina que el impacto sería menor.
Leerte en el primer comment también me hizo descubrir algo, que el destino no es casual, pero eso incluso me exedió, hay cosas que exceden al que escribe algo. Y también con la duda, la gran mayoría de la gente pensaria que alguien con una ferrari que no sabe manejar no puede llegar demasiado lejos. Y por eso el miedo, por eso el fitito, y por último, la aceptación, creerse capaz de lidiar con el regalo y no tratar de convertirlo en otra cosa.
Fe: me alegro que hayas encontrado parecidos con la cultura rocker, pero vos sabés (o no) que en esas fiestas que a ti tanto te gustan yo no me sabía ninguna letra de la banda en cuestión, así que no afané, jajaja.
Besos!