viernes, 8 de junio de 2007

Rebel

El otro día volví en el tiempo. Me habías dedicado unas líneas escritas para una super mujer y al leerlas no pude evitar sonrojarme como una nena. No sé si no me animé a ser todo lo que yo siempre quise, o tal vez simplemente no quise. Pero no me animo a decirte más, por eso escribo y no te escribo, porque sé que no soy esa sádica que tanto se asimilaba a la perfección y que supiste describir para después dedicármela.
Por eso elijo no molestarte, que sigas con tu vida que para rebeldes ya estás vos. Si hasta tu perfume lo decía, Rebel, era hermoso y venía desde Inglaterra. Siempre te gustó lo hermoso, los techos altos, la cama limpia, el aire acondicionado, la buena música y aún un mejor vino, salir con gente envidiable aunque no te reconocieras feliz.
Luchabas contra la soledad, aunque todo estuviese en tu contra, aunque las bocinas, la indiferencia y la agresión gratuita te golpearan el doble. Incluso juraste no volver a pasar por un lugar que te pegaba y te seducía a la vez, pero por una excusa inventada, unas vacaciones de tu existencia, volviste. Y fue ahí que te encontraste conmigo y te sonreí. Sonreí porque aprendí a hacerlo mucho antes, cuando el único objetivo era sobrevivir a todo, a un mundo que siempre parecía oscurecer un poco más. Pero cuando el cielo empezó a aclarar, yo ya estaba sonriendo y como "el hombre que ríe" no supe hacer otra cosa.
Y a vos todo te golpeaba el doble, incluso una sonrisa y era lógico que te apegaras a ella y que la confundieras con la salvación. Así caminamos juntos por un tiempo corto que pareció eterno, pero no porque la pasáramos mal, sino porque abarcó demasiado, incluso, no parecía real.
Tiempo... Una noche, en la calle, te pusiste a temblar, te senté en la vereda y te dije que te quedaras tranquilo, que estabas conmigo, que nada te iba a pasar. Por supuesto que no tenía esa certeza, pero con gusto aceptaste esas palabras y te sentiste a salvo. Entonces me viste perfecta, pero yo bien sabía que no lo era. Algo faltaba, que te quisiera, y aunque tu presencia fue un terremoto, mi verdad se mantuvo inmóvil.
No tardó en llegar el momento en que tus generosas palabras me hicieron llorar, pero no de emoción, sino con amargura. Me atraganté con mi propio llanto y también estuviste ahí. Me dijiste que pensara primero en mí, después en mí y por último en mí, aunque hubieras dado todo para que piense un ratito en vos. Y si bien te gustaba todo lo hermoso y también me veías hermosa, no pude abandonarme, no pude...
Volví en el tiempo y repasé esas líneas. Me dabas la bienvenida si alguna vez se me ocurría abrir la puerta para ir a jugar. Recordé que me habías regalado tu perfume para que no te olvidara y llené mis muñecas y mi cuello de rebeldía, que, por el frío, parecían estar paralizados. Y cuando mi verdad ya no parecía tan mía, salí a la calle y caminaste conmigo como entonces y sentí que nada podía pasarme.
Pero todavía no puedo decírtelo. Tal vez tenga miedo de quererte hoy y no mañana y así convertirme en la linda sádica que describiste. Tal vez tenga miedo de hacerte tragar tus palabras, cuando descubras que no soy tan hermosa ni tan perfecta. Pero quizá tenga más miedo de haberme dejado ir con el terremoto y, por fin, quererte.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando un texto corrompe en el interior de uno, ahí la crítica declina. De todos modos, muy buena la puntuación...
El texto más misterioso jamás escrito en este blog. Digo, no es del que parece ser, pero parece ser de ninguno de los otros. Esto es lo alucinante de este blog... poco a poco, seremos todos, seremos nadie, pero seguro que jamás seremos pro...
besos y saludos

Anónimo dijo...

Si estuvieras bajo mi gobierno, esto tambien te lo censuraria.

Anónimo dijo...

sin que me importe morir en el intento

Anónimo dijo...

si hay algo que tengo claro es que soy pro. Y que no hay nada más poco pro que no serlo.

Preferiría que se hicieran comentarios políticos sin ir en desmedro de ningún partido en particular. Parece que esto de desprestigiar al rival es una tentación hasta para ciertas jirafas...

o será que algunas jirafas son como esas cajas?

Anónimo dijo...

Bueno, no se qué entendes por desprestigiar. En principio, si sos pro, cosa tuya. Yo no lo soy, ergo, cosa mía. Luego, si para vos la unica critica posible hacia pro es la que sale desde el gobierno, también cosa tuya. Finalmente, todo apunta a que la única caja posible se llame buenos aires...
Saludos

Anónimo dijo...

Para finalizar con este diálogo boca-river o gimnasia-estudiantes para ser más localista; no sólo soy pro, sino que también soy nominalmente pru, siempre pre, pri, pri con y no-pra.

Saludos, amigo grossista!

-this conversation is over-

Anónimo dijo...

saludos, amigo pro, sevel, correo argentino!
un buen domingo que parece, a pesar del frío, que va a estar bueno!

Anónimo dijo...

Yo escribí este texto y creo no haber hablado de política... o sí? De ser así de que lado estoy?
Igual creo que no fue así... EXIJO JUSTICIA INTERMEDIA!!!!!!!!!!