domingo, 24 de junio de 2007

Estaremos juntos hasta el amanecer

Resulta que estaba en Inglaterra, en la estación Victoria de Londres. Ahí conocí a una chica. Yo iba caminando en la misma línea que ella, pero enfrentados. A medida que avanzábamos, ni yo quería dejarla pasar, ni ella a mí, entonces nos chocamos. Me tendría que haber corrido porque era una dama, pero me quedé y la mina se quedó, y me miró y la miré... y nos dimos un beso. ¡Y automáticamente pasamos a ser novios! Nos conocimos, la piba se enamoró de mí, ¡y hasta llegué a ir a la casa a pedirle la mano a la madre para que nos casáramos! Después de tres meses de noviazgo, me llamaron para hacer una gira y tuvimos que separarnos. En ese momento no podía quedarme en Inglaterra y estar con ella, ni tampoco la podía llevar. El problema era la edad. Ella vivía con sus padres y yo tenía que irme, ¿cómo les decía a sus viejos que se iba a ir de su casa por un mes con un músico de rock y encima argentino? ¡Ni en pedo! ¡No la dejaban ir! La despedida fue en el mismo lugar donde nos habíamos conocido: la estación Victoria. Ahí, llorando, me dio un anillo con un diamante que le había regalado la abuela. Estaba enamoradísima. Con el tiempo volví a Inglaterra y la busqué por todos lados; pero no estaba, no la vi más. Después me arrepentí de haberme ido. Hubiera dejado todo y me hubiera quedado. Pero, en el fondo, ser músico es tener que dejar todo de lado para seguir. Mi amor por la música era tan grande... que me tuve que ir. El tema lo hice en un estudio de Buenos Aires, cuando grabé Pappo’s Blues 2. Escribí “Yo sólo quiero hacerte el amor” porque me acordaba de que era algo que habíamos hecho con ella. La canción también dice: “Pero tengo que dejarte otra vez”...

Roberto "Pappo" Napolitano, al responder cómo compuso “El tren de las 16”, de Pappo’s Blues.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Alguien se metio adentro........ y no fueron los yankees.

Gracias por hacerme olvidar a las cabezas de flores.

Anónimo dijo...

No se porque, imagine, que estabamos unidos y me senti mejor.

Viva la roca.

Anónimo dijo...

no es nada; esto es lo bueno de reproducirnos desde diferentes habitaciones porteñas, pltenses, brasileñas y de algun otro lugar más que me excede...
algunos/as escuchan pelirrojas, otros/as escuchan rubias, y otros/as reivindicamos un poeta que pisa todas y cada una de los rosas.
leí el texto y me pareció genial y sin duda, pensé, esto debía formar parte del jirafianismo.
yo había escuchado bastante a pappo, pero nunca me había emocionado con él. a partir de ahora, una nueva pasión ha surgido, y esas pocas palbras de un relato magistral bastaron para comprender mi ignorancia...
pappo por siempre
saludos