Cansado de ser muchos y ser nadie,
en Londres te esperaba tu destino,
en el verso sajón y en el latino,
en el rito de fingir que eras alguien.
Cuando la vaga tarde promediaba
eras Lear, Macbeth, Hamlet, Romeo,
los infinitos rostros de Proteo,
las sombras que una sombra imaginaba.
Ya es tuya la historia universal:
no has muerto, eres la gloria, eres el mar.
Te imagino andar la tarde triste,
entre traducciones, puns, libros, reyes,
recordando el verso que escribiste:
Life's but a walking shadow, a poor player.
2 comentarios:
bonito soneto. ¿es de uno de los jirafos varones o de la giraffe?
de ninguno de nosotros;
de un amigo
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