domingo, 4 de noviembre de 2007

El oxímoron snob mediocre

Es significativo, o, mejor dicho, resulta paradójico que nunca lleguemos temprano a nada. Nacemos con un reloj colgando de nuestra pija o dentro de nuestra concha, y a medida que el tic tac se reproduce en la dimensión inoportuna de los años, las agujas comienzan a descifrar un destino convencional, cliché: lo único que importa es la posibilidad de decir te amo. El discurso de los últimos años se mantuvo en una perspectiva de queja y de oposición dentro de los lugares más convencionales del mundo: las academias. De pronto, la vida pasó a ser un montón de libros donde el único resto de sabor estaba en alguna botella de vino tinto, o, cuando uno quería ser todavía más mediocre, en una damajuana. La literatura finalmente se despojó de los hombres y, con el objetivo conseguido, los hombres se pusieron a descifrar los mecanismos de la reproducción. Poco a poco, todo comenzaba a trasladarse a esa posición neutral, aburrida, consagrada para, a su vez, consagrar el círculo notable de imbéciles creyendo escuchar las palpitaciones de una voz con la certeza de que eso era música y eso era ser pop. Sin espacio para los remordimientos, el lugar más propicio para la desolación ya no era ni la etimología ni la isla, sino la propia habitación. Así, encerrados en un cuarto, el reloj de nuestras pijas y conchas comenzaban a neutralizar el placer en un estallido de aburrimiento, plagado de estadísticas y fines que derivaban en aburridas menciones de honor, o en imperfectas palabras de cariño. Con las pijas paradas y las conchas humedecidas, todos comenzaban a caminar y chocarse contra las paredes que limitaban la posibilidad de una partida, así como también afectaban, de un modo agónicamente sencillo, el reproche de lo banal frente a una circunstancia acomplejada por lo defectuoso de la percepción. No resultaba una manifestación rebajada a los parámetros de la servidumbre, sino que todo se reducía al hecho de explicitar la correspondencia entre la fuerza expansiva del desarrollo y la exposición del complejo temático que involucra el primer martillazo de una marcha. En ese plagio que aseguraba el exotismo, también se amedrentaba la posibilidad de salir indemne de un cáncer que se te metía por la nariz más rápido que la cocaína. Y con todo eso encima, el tic tac que colgaba de nuestras pijas y dentro de nuestras conchas llegaba a un punto límite donde nos convencía de las penurias y los tiempos salvajes con el presentimiento de que, después de todo, el mundo implicaba un contrapunto con la obertura de la infamia. Así de simple, pero jamás tan difícil como el comienzo mismo de una vieja nota representada en el preludio de una sinfonía reducida a la idea irreverentemente clasista de llamarse yo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no creo que haya que ser tan dramático o tan puntilloso con cosas que al fin no son más que humanas, ya lo dijo el agente smith
"only human".

Anónimo dijo...

Mira tu! Hiciste un texto con este mensaje pero poniendole tu estilo. Hay sorpresas a veces y esta fue una. Y este es un tiempo en que hay demasiadas (y son buenas, debo decir).
Hay veces (y aunque no tenga nada que ver) que la felicidad se encuentra dentro de un cuarto, porque sabe que no está del todo solo y que cuando se está solo es una soledad disfrutable. Después de todo, muchos (todos, en realidad) nos mostramos rabiosos y criticamos lo que incluso hacemos. Todos lo pasamos, solo falta gritarlo y por eso el texto me pareció buenísimo, como el simple hecho de borrar de vez en cuando el ausente del msn y que tu nombre figure más completo y sin signos de interrogación.
Muchios besos y te quiero un monton!!!
Celi.

Rosa Lejana dijo...

Celi, celi, celi: vos sos la jirafa que me gusta... y el autor de filipao, también...

tal vez no sean la misma jirafa... y tal vez no importe... sólo tenía ganas de decirlo...
je...


Saludos

Rosa Lejana dijo...

seguramente la jirafa que escucha Francoise Hardy y la que escribe Filipao no son la misma (y no sé por qué, ahora, me importa...).



: )

Anónimo dijo...

Gracias por tu comment, Rosa! Y si somos los mismos o no, nimporta, lo que importa es que somos cuatro y tratamos de conformar la jirafa ideal, jajaj.
La jirafa que escucha a Françoise soy yo, Celi, la de los comments bizarros y los textos no etiquetados (salvo uno). Ya los etiquetaré, total el anonimato me dejó de importar. O sea comento como LJM (o abreviación de Little Miss Jiraf)
La Jirafa Felipao es a la que siempre le elogías los textos porque son impecables, a veces no se entiende mucho de lo que habla, pero bueno, tampoco es su intención. En terminos cineastas, sería como el David Lynch del asunto, jaja.
Después está Big Chief, el gran propulsor este el blog, que escribe a veces, pero habla de este blog siempre. También coincidiste con sus ideas.
The last (but not the least) está Limonada, el único al que no tengo el placer de conocer personalmente pero al que imagino como a un osito de peluche con una ametralladora, y las dos cosas son más que reales. Por ende, brindo por él.
Así que muchachia, cabemos cuatro en ese corazoncito? Espero que sí.
Muchos besos y gracias de nuevo!
Celi.

Anónimo dijo...

Gracias por tu comment, Rosa! Y si somos los mismos o no, nimporta, lo que importa es que somos cuatro y tratamos de conformar la jirafa ideal, jajaj.
La jirafa que escucha a Françoise soy yo, Celi, la de los comments bizarros y los textos no etiquetados (salvo uno). Ya los etiquetaré, total el anonimato me dejó de importar. O sea comento como LJM (o abreviación de Little Miss Jiraf)
La Jirafa Felipao es a la que siempre le elogías los textos porque son impecables, a veces no se entiende mucho de lo que habla, pero bueno, tampoco es su intención. En terminos cineastas, sería como el David Lynch del asunto, jaja.
Después está Big Chief, el gran propulsor este el blog, que escribe a veces, pero habla de este blog siempre. También coincidiste con sus ideas.
The last (but not the least) está Limonada, el único al que no tengo el placer de conocer personalmente pero al que imagino como a un osito de peluche con una ametralladora, y las dos cosas son más que reales. Por ende, brindo por él.
Así que muchachia, cabemos cuatro en ese corazoncito? Espero que sí.
Muchos besos y gracias de nuevo!
Celi.

Anónimo dijo...

gracias por las flores celi!

besos a todos!

federicus.