jueves, 21 de febrero de 2008

Reflexiones del pánico.

¿No es terrible cuando se llora y ni siquiera se sabe por qué? ¿No es aún más terrible cuando ese llanto llega con palpitaciones y ni siquiera puede controlarse? ¿No es peor cuando no discrimina ni espacio, ni tiempo y te deja sin lugar donde esconderte, en plena exposición? ¿No es fatal cuando lo verdadero de la incertidumbre le gana a la falsedead de las sonrisas? Llorar y no saber por qué, o saberlo, pero también con la certeza de saber algo peor, que es ni más ni menos que el hecho de no poder expresarlo en palabras, porque si acaso se lo intentara frente a algún otro cuerpo que no fuera una pared, significaría exponerse aún más, escuchar las voces de los falsos idóneos que pronostican tu locura.
Algo es real, algo duele, sin embargo en el momento de sacarlo afuera, solo frases sin sentido. Frases que podrían asemejarse al preconcepto de que tu vida nunca fue tu vida, que alguien la vio llegar antes, incluso se tomó el atrevimiento de moldearla. Ese mismo alguien, lo suficientemente mejor que vos para haber creado tu propia vida, todavía encontró algo bueno en tu pequeña figura que, ante los ojos de los ciegos a los que estamos acostumbrados y somos todos, no tenía mucho de especial. Entonces el alguien, que siempre tendrá las puertas abiertas por el mero hecho de crear vidas, te sonríe y de un manotazo te lo quita. Y entonces lo tiene todo. Y entonces, no tenés nada. Podría habérselo creado también y adjudicárselo, pero se le olvidó, o no quiso, o, simplemente, pensó que nunca necesitaría eso que, admirado, solía ver en vos pero que ahora no tenés.
¿Y entonces qué me queda? ¿Qué-me-que-da? ¿q-u-e-m-e-q-u-e-da?, digo en silencio, porque por expuesta ni siquiera lo puedo decir. Intento dividir las palabras para extraer todo tipo de significado, porque el significado es demasiado difícil de digerir. Sé que queda algo, no lo digo con orgullo, sino con un poco de tristeza. Porque sé que lo que queda es esa conciencia de ser una pequeña figura, no del todo especial, que por ser en apariencia no del todo especial, jamás podría enaltecerse en el reino de los ciegos a los que estamos acostumbrados y somos todos. En esa mezcla de llanto y palpitaciones, en donde no queda ningún segundo para las reflexiones baratas, la culpa o el odio, llorás por eso que alguna vez tuviste y ya no tenés. Pensás en ese alguien que vió tu vida mucho antes y ahora lo tiene todo, pero como siempre lo tuvo, ni siquiera se permite sonreir. Sonreír: lo que resultaría el contrapeso ideal para lograr el equilibrio de tu llanto solitario, con palpitaciones y sin otro cuerpo palpable que el de una pared.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

celi!!!
arriba muchacha, en unas semanas, junto al amigo r., ya estaremos de vuelta y juntos, los tres, nos iremos a callejear y alcoholizarnos por algun lado de la ciudad (que un poquito, a esta altura, extraño).

un beso grande (otra vez desde el frio cordillerano)

fede

Anónimo dijo...

MUCHAS VECES LLEGARON A MÍ ESAS EXPLOSIONES DE LLANTOS ACOMPAÑADAS DE DESMEDIDOS INCOMPASES ENTRE SÍSTOLES Y DIÁSTOLES. Y ESA PREGUNTA..QUÉ ME QUEDA??
QUÉ ME QUEDA?? ANGUSTIA, DOLOR EN EL PECHO, ENOJO, IRA...LOS DOS ÚLTIMOS DEBIDO A LOS DOS PRIMEROS..Y OTRA PREGUNTA POR QUÉ ME PASA ESTO???

DONDE ESTARÁ EL IDIOTA E INFELIZ QUE SIGUE ROBÁNDONOS SONRISAS SIN SIQUIERA USARLAS Y CREE QUE ASÍ ES MÁS??
MI QUERIDA, NOSOTRAS SOMOS MÁS, POR TENER EL CORAJE DE REVELAR NUESTROS MIEDOS Y DESILUSIONES SIN VERGûENZA ALGUNA. NO ES ESO DIGNO DE UNA GIGANTE SONRISA QUE NOS ACARICIE EL ALMA??

CARIÑOS,
FC

Anónimo dijo...

Abanderada del despojo en este trayecto de manos vacías y bolsillos flacos, sólo acumulo aire e invierto en sonrisas.
Es difícil bailar en la cornisa.
Siempre es difícil.

yo dijo...

las palabras no sirven para nada importante.

Anónimo dijo...

Gracias por todos los comentarios!
Fede, sabé que también te extraño mucho y espero ese momento de alcoholismo, en donde volvamos a ser el trío dinámico. Como sigue Perú, muchachio?
FC: Y si, son ratos, a mi escribirlo me sirvió para dejar de llorar. Una amiga me dice "te envidio, vos podés soltar afuera". Quizá tenga razón. Pero bueno, claro que es digno de las sonrisas lo que decís, si me conocieras personalmente dirías que soy tan sonriente como una galletita, jaja.
Rafaela: es buena elección la que haces y claro que caminar por la cornisa siempre es difícil (recomiendo la peli Líbero, aunque no puedo ser objetiva si es que les parece una mierda, jaja). Igual son épocas, ahora todos caminamos un poco por la cornisa. Se dice que la enfermedad de estos tiempos es la angustia porque todo está permitido, no hay un límite, pero como tampoco hay un sostén ni una contención ni nada, se tiene demasiado peso sobre los hombros. Por ende, caemos, que le vamos a hacer.
Yo: toy haciendo una novela y uno de mis personajes, harto de dejarse llevar o creer en las palabras, decidió que era el momento de "aprovecharse de ellas", así que desde un punto (no en todo, porque por la palabra desvivo - aunque desvivo aún más por lo que la palabra oculta) coincido con vos.

Besos para todos!!
Celi.

girlontape dijo...

Lindo texto jirafita, intenso

Bombón Asesino dijo...

Llorar por lo que tuvimos y ya no, y también por lo que no tuvimos pero creíamos tener. Pasé por acá y me quedé un rato. Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias de nuevo por pasar y comentar.
Beso!