La noche había aplazado el encuentro. Yo te buscaba y vos no aparecías, pero de todos modos eso no decía demasiado. Mi búsqueda era superficial, lindante al desprecio. Entre nuestras manos, las cartas corrían hacia la horrible templanza de acaparar todos los recuerdos de la cara de una virgen ejecutada. Mucho más allá, contemplé el aire de una muchacha atolondrada que leía bajo un cerezo. No...
Ay, flaco, quién te dijo que podías llegar a ser escritor. Dejame decirte algo, lo tuyo no pasa por ser malo, no pasa por la falta de talento (no, no por ahí, por esa falta pasaron varios, los más grandes diría yo, de kafka a Burroughs, y en el medio, todo lo demás, menos vos, obvio).
Pero qué decís, yo, en cambio, en eso que vos leíste leo todo lo contrario, belleza absoluta, contradicciones que nos llevan a sustraernos en medio de una dialéctica negativa, bajo los influjos del semblante, detrás de la diferencia mínima. Tus dispositivos de...
No, no y no. Lo único que falta, ustedes dos, ¿quiénes son? Vení, nene, vení, vos sos como todos, un boludo más que quiere ser escritor. Dejame que yo te voy a enseñar lo que te falta aprender. Vení, sí, por acá, ajá, sí agachate, eso, muy bien, ves, ves como podés cuando querés, sí, despacio, bajá el cierre despacio, eso, bien, uh, pero mirá ese tamaño, uh, a ver, abrí la boquita, querido, abrila, vamos, eso, así, muy bien, qué bien el nene, ah, sí, así, dale, dale, putito, ah, sí, vamos, dale, decime, decime, decime de quién te acordás, qué te viene a la mente, Lorca, Dalí, San Sebastián, sí, vamos, dale, así, más, más, el pretérito imperfecto y el futuro condicional, ah, sí, dale, ah, ah, ah, Silvia Plath, ah, Platero y yo, sí dale duro a este Platero, boludo, chupá, muy bien, así, dale, sacate toda esa mierda de adentro, dejá de lado todo eso en esa boca tuya y chupá, chupá, chupá que falta poco, chupá que dentro de poco ya vas a ser un gran escritor, bien, dale, a punto estás de recibirte, pelotudo, no, de pelotudo no, forro, de escritor, pero dale, chupá, chupá, sí, bien, bien chupadita quiero la pija.
A la mañana siguiente ella sólo esperaba y nada más. Sabía que era lo único que podía hacer. Sólo eso. Esperar.
2 comentarios:
¿te depilastes la colita Bolaño? Mira que no me custa que se me enrriede en tus pelos, ya lo hablamos eso, eh!!!. Sino nada de literatura ni compos de azucar por un mes.
Adan....el primer hombre, el primer ser humano, el primer....en medio de la nada.
¿Quien escribio esta historia a lo Storytelling?
Toy confundida...
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