Escribo esto como sale y a los gritos. Los dedos se agolpan en el teclado de una oficina que no volverá a ser la misma, y como Heraclito y su rió quizás yo tampoco vuelva a ser el mismo. ¿Tiene alguna importancia eso? ¿Vale la pena mantenerse estoico con un fierro candente entre las piernas? ¿No eras vos el que repetía que si Miletos hubiese aceptado el ofrecimiento Espartano habría sobrevivido y hoy tendrían descendientes?, ¿Acaso aquel día donde juraste lealtad a la patria no te estabas riendo? ¿ Y entonces que te asusta? ¿ No te la pasas repitiendo que las cosas se cambian desde adentro?.
Y sin embargo esa distancia……………….
Extraño tanto esa distancia que me protegía entre poemas de Keats y de Yeats y de Barnet y de Raymond Russel y de Eric Satie y de John Cage y de Macedonio y como olvidar a Alfred Jarry y a Octavio Paz y a Isak Dinesen y a Robert Desnos, como no extrañarlos hoy mas que nunca, como no necesitarlos ya, ahora y no en un rato, porque en un rato quizás sea tarde, en un rato quizás haya sucumbido a algo que no conocía, que solo había escuchado decir por alguien que, en realidad, se lo había dicho un amigo del amigo del primo. ¡¡¡Pero pasaba lejos claro!!! La distancia me cuidaba de los que urdían telarañas para enriquecerse, (y a mí nunca me gustaron las arañas – las chiquitas tampoco-). Siempre tan protegido vos, con tu desayuno en la cama y tus discos de Joni Mitchell. ¿No querías el mundo? Ahora lo tenes infeliz.
Ahora tenes presente. Cruel presente que me abofetea mientras el retrato de San Martin me mira por encima de una bandera argentina mancillada por la bulimia de las palabras. Y no puedo ni mirarlos ahora. Heraclito y su puto rió. Heraclito que lo dijo hace cinco mil años. Heraclito que parece clítoris pero que nada que ver vieja, otra cosa. Y hoy mas que nunca extraño a Heraclito, al clítoris, a los poemas, y a Mitchell con tostadas. A todo lo que fui antes de que un tipo entrase por esa puerta -si esa puerta- y con su bigote a media asta me diga que “nadie lo hace por la patria” que “la empresa constructora es responsable y nadie quedara sin cobrar” “que los gastos contemplan hasta tu gestión porque vos sabes que timbre tocar”, “que todos tienen que comer y también cambiar de auto” que “colateralmente la gente va a beneficiarse” eso si, y en eso fue irreducible “lo cerramos en el lugar que ustedes quieran pero sin micrófonos”.
Y yo jugué al “mucho gusto”, al trasmito su inquietud” unas quinientas veces, es decir, a la impavidez mas absoluta en esa cara de falta envido con veintitrés. Y ahora me pregunto ¿no tendría que haberle adornado la cabeza a tropadas? Seguramente antes lo hubiese hecho. Pero hoy a la distancia digo basta de trasgresión e intentemos la transformación. Porque la revolución tiene que ser un salto, porque revolucionario no es no comer salmón sino que todos puedan comerlo. ¿Pero? ¿Tenes miedo, no? No terminas de entender hasta que punto la irreverencia te libera, de ahí nace tu pequeñoburgues, de ahí viene tu tuyito tuyito, de ahí tu discurso bien armado para desvirgar estudiantes de primer año, aunque antes del corpiño ya les estés diciendo que en realidad no es tan así, que el sistema internacional, que el petróleo, que que lindo seria disparar con la guitarra pero que el mundo esta sordo y que el Live Aid fue un gran negocio. En fin. Hoy a mi primer intento de ser sobornado pude escribir esto:
Las cosas se cambian desde arriba, fue lo que aprendió una generación que apenas existe. El que las cambia debe cambiar menos que las cosas, es lo que tiene que aprender una generación que pretenda existir por mas que le pese a Heraclito.
1 comentario:
todavía no aprendiste?, gracias a la interne' con las de primer año no hace falta más que pasarle tu msn, un par de mensajes, y a la hora ya le tenes en tu casa, sin q te haga falta mencionar toda esa sarta de boludeces de la izquierda retrógrada -lo cual, a esta altura de los acontecimientos, izquierda y retrógrada ya son sinónimos-.
y lamentablemente, las cosas no se cambian; de un lado y del otro (desde bush hasta fidel, incluso chávez, lo único que hay es horror, horror y más horror!!!)
y como no olvidar a octavio paz!!! lee el prólogo a la enseñanazas de don juan, y ya está, a partir de ese prólogo lo primero que comprendés es q al tipo ese -octavio paz- lo primero q tenes q hacer es olvidarlo.
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