jueves, 26 de julio de 2007

una semana

Una semana de silencio. Quizas todos lo necesitaban. Algunos no pueden escribir, otros no quieren hacerlo, muchos ya no quieren leer. Dejar las letras es una felicidad aparente, se vive mas comodo. Es como no tener que limpiar, eso requiere esfuerzo. Escribir es como limpiar lo de adentro y quedarse vacio. Pero el piso no es como el alma, no es una pasada y listo, tiene tiempos diferentes al del balde con agua. Y nunca, pero nunca voy a terminar de entender si en realidad no es mejor tener mugre en el piso que me sirva de colchon cuando me caigo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso el texto. Yo soy de las que quieren pero no pueden. Y es verdad lo del alma. Yo vivo limpiandola, por eso mi casa está sucia. Y ahora no tengo tiempo de limpiarla (al alma y a mi casa tampoco) Lo bueno de todo eso es que no me doy cuenta de que estoy del culo porque ando demasiado cansada. Solo alguna pregunta de alguien con un golpe de suerte y con ganas de competir te lo recuerda, pero tampoco importa. Todo se reduce a un silencio interno entre el bullicio de afuera. Eso será bueno o malo? Todavía no lo se.
Besos a todos.

Anónimo dijo...

A veces se hace necesario un poco de silencio. en mi caso particular me soprende como muchas veces logro aburrirme de mí mismo, llego a niveles de aburrimiento en los que hasta me aburre escucharme respirar. Por eso me tomo sendos recreos de mí.

Justo en un momento en el que las jirafas también prefirieron un poco de paz.

Bienvenido sea.

Unknown dijo...

Te dejo una letra. ;)