lunes, 2 de julio de 2007

Un llamado de atención

La exageración en el uso de agua colonia podría ser síntoma de autismo o mal de Parkinson


El investigador es curioso, y es su curiosidad la que lo lleva a menudo, a encontrar en las situaciones más inverosímiles, un motivo de estudio, una hipótesis a desarrollar. Fue así como el Dr. Mustafá, premiado por error en un congreso de gastronomía en Kentucky en el 2002, arrojó la primer piedra y advirtió, "nadie en su sano juicio puede ser tan joputa como para echarse media botella de agua colonia".

Algo hiede en Dinamarca...

Científicos de la Universidad de Napalm, en la provincia de Chaco, entre ellos el Dr. Mustafá, presidente de la cooperadora del nosocomio "Lic. Victor Espátula" del Tigre y columnista del diario "El Borrego" de San Miguel, elaboraron un estudio cuyos resultados revolucionaron en el circuito pro ciencia occidental.

Comprobaron los chaqueños que las personas que se echan irracionalmente cerca de media botella de agua colonia en los hombros y en las caderas dos veces al día, tienen más posibilidades de ser realmente autistas o de estar padeciendo sin saberlo el mal de Parkinson, que los indígenas que no usan agua colonia y viven en Chaco.

Sobre cien indígenas analizados sólo uno tenía parkinson, aunque se cree que esto es consecuencia de su alta concurrencia a las u.a.t de chaco. En cambio, sobre 100 chaqueños que sí usan agua colonia las conclusiones fueron alarmantes: 26 de ellos murieron en un congreso de lenguas muertas, víctimas de un tornado f-2; 6 son autistas y son perseguidos por los casinos norteños debido a su grandiosa capacidad de contar cartas; por último 32 de las 100 personas que no son ni las 6 autistas ni las 26 víctimas, tienen principio de caspa en los pelos del culo y acné en las suelas de los pies.

Sin embargo, la comunidad científica aún quiere más pruebas y por eso ha empezado a experimentar con ratas y con los integrantes de una comuna cuyo nombre se ha mantenido en secreto para seguridad de la ciencia. Se cree que en esa ciudad la gente no tiene alma y por tanto se los puede esclavizar y torturar ya que no sienten dolor y no presentan signos de decencia.

Las fábricas de agua colonia están iniciando las demandas respectivas. Creen que es todo una campaña de las empresas de desodorantes, que insisten en que hay demasiado ozono en la tierra, y que si se dejan los gases CFC la extinción de la raza humana y de los hippies no será ya algo lejano.

Mustafá está en este momento siendo procesado por cohecho en un juzgado de Morón. Su expediente fue reconstruido 18 veces. También se lo acusa de haber querido utilizar a los autistas para la construcción de un molino de viento a escala en Coronel Suarez.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto lo explica todo. Desde mi mas tierna infancia soy fanática de los perfumes.

Anónimo dijo...

una cosa son los perfumes y otra muy distinta las colonias......estas a salvo.

Anónimo dijo...

Por Dios, eso espero!!!!

Anónimo dijo...

para mí es todo lo mismo, a partir de este texto confirmo mi teoría de que ese espantoso olor siempre tuvo gato encerrado...
nunca soporté los perfumes, mucho menos las colonias, y ahora vos me acabas de decir por qué...
muchas gracias...
y que las transformaciones, en todos aquellos perfumologos y colinialogos, suceda pronto, así ven el mal que le hacen no sé si a la humanidad -acaso eso me preocupa muy poco-, pero sí a mi nariz...