lunes, 23 de agosto de 2010

Fogwill


Se dijo de todo. Rescatamos esto de @contrarreforma:

Hoy leí a favor y en contra de Fogwill dos intervenciones en blogs que pecaban de un mal común del post-menemismo, un elemento residual de la década previa que algunos arrastran del 2003 para acá como un karma: la derrota cultural. La derrota cultural es, como el menemismo, una estructura del sentir antes que un espectro en el arco ideológico, es un código afectivo que insufla por igual los discursos kirchnerista y antikirchnerista, y por eso es poderosa. Las dos intervenciones sobre Fogwill alimentaban ese horizonte de símbolos. Una era a favor, una larga y condescendiente reflexión sobre la relación afectiva entre Fogwill y la autora del post, una estudiante universitaria de la clase media que podríamos decir está vinculada a ciertos espacios de la producción artística de vanguardia, con momentos de total miserabilismo emocional. La otra era en contra, un post de pocas líneas recordando declaraciones que Fogwill había hecho a favor de los carapintadas y en contra de las Abuelas de Plaza de Mayo. El autor era un conspicuo miembro de la blogósfera nac&pop.
 El texto completo, acá.

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