Nunca
me vas
a alcanzar
con tus zapatos
que parecen
un bote
pudriéndose
en el Riachuelo
quizás
deberías
como esos
atletas
usar
jabalinas
para cazarme
desde lejos
y tirar
ese viejo
revólver
que no tiene
nada
de épico
más rápido
que el rayo
la luz
y que el presente
corro
a bordo
de mis llantas
espaciales
con una cámara
de aire
tan grande
que amortigüe
el peso
de ir
a ningún lado
por eso
siempre
estoy primero
siempre
incluso
estuvimos primeros
vistiendo
telas
sintéticas
ultralivianas
y a vos
con ese traje
de neoprén
con menos movilidad
que un playmóvil
no te queda otra
que sacar
la lengua
y agitarte
bajar
las revoluciones
para que no te dé
un paro
cardíaco
que
con la pensión
a tu familia
se la comen
las cucarachas
Es
la calle
nuestra infinita
pista
de atletismo
cuadrilátero
donde mostramos
el espectáculo
de cantarnos
a nosotros mismos
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