Parecía, entonces, por lo que había dicho antes, que después del desencanto ya no quedaría sino la posibilidad de brillar.
Lo único que pretendo es sentir esa sensación de alivio y nada más.
Dejar de buscar, mucho más cuando lo que uno no quería, aparece solo.
y cuando pensábamos que eso era todo, las ruinas trajeron un poco más.
pero no había nada que hacer frente a tales ocurrencias: soñé que un dinosaurio azul se movía a un hipopótamo en la esquina de mi casa.
por eso tal vez mañana, nena, "quiero verte la cara".
y fue entonces cuando supe que lo mío era irremediable. The work is done.
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