Desde el pueblo y río arranque con poco que decir, fui ganando confianza, y luego me sentí seguro de mí mismo. Las jirafas me dejaron ser y fui. Luego me cansé de mi mismo y lo último que dije ya lo había dicho antes, pero en otro lado. Lo repetí solo para que los que en su momento no me habían escuchado no me escucharan tampoco ahora.
Fue entonces cuando me di cuenta de mi error, me había olvidado de las jirafas, era yo, yo y yo. Pero las jirafas master no me hicieron notar mi error, no no, se limitaron a esperar sabiamente a que yo me diera cuenta solita!
El asunto es así, resulta que hay jirafas, de distintos tipos pero jirafas. Resulta que lo importante es que todos sepan qué es lo que implica el jirafianismo, es importante sobre todo que las jirafas mismas sepan lo que es.
Por eso, después de tantos escritos de cajas, elfos, galletas y comentarios pro, no más agravios ni desaires, es hora de firmar mi compromiso como exponente del jirafianismo, oh sí. Ahora estoy casi casi a punto de sentirme capacitado para hacerlo.
(es hasta ahora mi mejor explicación de las cosas, mi más acabada visión de ellas)
3 comentarios:
la verdad sin palabras hermanito
no estamos viendo corazon
Free will, jirafa campesina, cada uno es quien es y listo!! Yo soy una jirafa de 1,60 y eso no me impide ser jirafa.
Beso.
Pd: pucha, creo que te gustaría el libro "El tigre de tracy", pero es incoseguible.
Sí! llevemos al jirafianismo a sus más altos estándares de calidad!
"El tigre de tracy", investigaré en google de qué me hablas, jirafa.
besos,
jirafa campestre
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